Un circuito cerebral borra memorias
Aunque normalmente se asume que el cerebro es una estructura biológica diseñada para almacenar recuerdos, investigadores de la División de Neurociencias de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, y sendos grupos del EMBL ubicados en Heidelberg (Alemania) y en Monterrotondo (Italia), han demostrado que existe un circuito cerebral particularmente relacionado con el borrado de memorias, en un trabajo que ha sido publicado el 18 de marzo en la revista Nature Communications.
Aparentemente, aprender supone establecer nuevas
asociaciones entre conceptos y situaciones diferentes, así como su
recuerdo a lo largo del tiempo. A este respecto, los autores de este
estudio muestran que la información relacionada con las memorias
adquiridas entra en el hipocampo (una parte del cerebro relacionada con
estos procesos) a través de tres rutas diferentes. Si se bloquea la ruta
principal no es posible aprender, pero si el aprendizaje ya está
adquirido, el bloqueo de la ruta principal no impide la reactivación de
lo aprendido, aunque sí debilita este recuerdo. “Esto quiere decir que
esta inactivación produce el olvido progresivo de lo aprendido”, explica
José María Delgado, investigador de la División de Neurociencias de la
Universidad Pablo de Olavide de Sevilla.
La contribución más importante de este estudio es que la
debilitación u olvido progresivo de lo aprendido cuando la vía
principal está inactiva tiene lugar en una vía secundaria, que funciona
en paralelo. “Aunque los experimentos realizados son muy complejos, y
han supuesto llevarlos a cabo durante casi cinco años, nos han llevado a
la conclusión en este estudio de que este doble mecanismo de
memorización y olvido sólo tiene lugar en el momento del aprendizaje”,
subraya José María Delgado, quien añade que si la vía principal de
entrada de información en el hipocampo se bloquea en ausencia de
cualquier actividad identificable, no hay pérdida de memoria. “Una
posible explicación a este interesante fenómeno es que, a fin de
cuentas, el cerebro tiene un espacio funcional limitado, así que unos
aprendizajes mejoran o simplemente sustituyen a otros aprendizajes
anteriores. Parece pues que para aprender nuevas asociaciones y
funciones puede ser necesario olvidar otras anteriores”, señala el
investigador de la UPO.
Gran parte de este estudio ha sido realizado con ratones
manipulados genéticamente, lo que tiene poca aplicabilidad directa o
indirecta a la clínica neurológica; pero una parte importante del mismo
ha sido dedicada al desarrollo de una sustancia química capaz de activar
esta ruta de olvido sin necesidad de tan complicada ingeniería
genética. Esta última línea de investigación, todavía en desarrollo,
permitiría, de completarse satisfactoriamente, ayudar a la eliminación
de recuerdos indeseados.
Referencia bibliográfica
Noelia Madroñal, José M. Delgado García, Azahara
Fernández Guizán, Jayanta Chatterjee, Maja Köhn, Camilla Mattucci, Apar
Jain, Theodoros Tsetsenis, Anna Illarionova, Valery Grinevich, Cornelius
T. Gross y Agnès Gruart. Rapid erasure of hippocampal memory following
inhibition of dentate gyrus granule cells. Nature Communications. DOI:
10.1038/NCOMMS10923
Fuente: DICYT
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